sábado, marzo 07, 2009

La vida paralela de Víctor Hugo Morales.



Se hace difícil imaginar detrás de esta figura impertérrita, casi intachable, de eterno usted, de caramelos de miel; una vida de excesos, anarquía, sadomasoquismo y descontrol.
Pocos saben de qué se trata la vida paralela de Víctor Hugo, qué es lo que hace después del cafecito amargo con el Mariscal Perfumo.
Víctor Painkiller es el seudónimo que utiliza Víctor Hugo, cada vez que sale al ruedo con su banda de punk: “The Velvet underground and El pepe Basualdo”. Precursores del Punk con gomina y pantalones pinzados, banda conformada por:

-Vitrola Ghisso (Guitarra y glamour)
-El lagarto Fleita (Batería e ida y vuelta con el público)
-Pancho Ibañez (Bajo y seducción)
-Fren (Ayudante de bajo)
-Victor Painkiller (Voz y espíritu destructivo)

Sus máximos hits fueron: “Anarquía en Central Córdoba”, “Maten al ayudante de campo”, “Panico y locura en la Afa” y “Galindez, vos sos yeta”.

Entrevista con Victor Painkiller:

-Contanos de tus inicios en el Punk Rock…jamás me lo hubiera esperado de un tipo de AM como vos…
-No me faltes el respeto pibe, te crees que porque tenes una remerita surfer sos rockero…. Gil de goma…

-Bueno Víctor, no se ponga así… ¿No cree que son incompatibles la carrera de locutor y punk.rocker?
-Creo que es perfectamente compatible. El espíritu del fútbol y el espíritu del rock van por el mismo sendero. Aunque a veces de cruzas algún pelotudo fanático de Phil Collins… pero bueno, no quiero dar nombres…

-Ahora dígame… no me va a dejar con la incertidumbre…
-Fernando Niembro, hasta se compró el soundtrack del Rey León, por eso estamos distanciados…

-Si tuviera que elegir entre: Relatar el gol del Diego a los ingleses o compartir escenario con Los Ramones, qué me dice?
- Mirá que yo soy más del palo de los Pistols, los Ramones me parecen medio lavados, ojo, no lo digo de mala leche, yo los conocí y eran pibes buenísimos, incluso a Joey lo hice hincha de Racing de Montevideo, jamás entendió la ley del offside el pibe, sí, Joey era un poco forro…. Y el gol de Diego fue lindo, toda esa fantochada de Barrilete cósmico la saque de un disco de Pink Floyd, en la época de Barrett, que estaban de la gorra… “Barrilet cosmic”, a mi el fútbol me gusta, pero prefiero el rock enchufado a 220.

-¿Y el punk argentino?
-Le tengo un gran aprecio a Ricky Spinoza… con The velvet underground and el pepe Basualdo compartimos escenario… y una banda, tapada, pero que no era punk era la de Timoteo Griguol, Timoteo era más del palo de Black Sabath y con el grillo Larrosa y Carucha Lagorio tenían un trío que sonaba de puta madre. El hijo de puta de Timoteo salía al escenario con la gorrita esa que le hacía propaganda a los fideos, impresentable.

jueves, mayo 01, 2008

Historias de oficina

-¡Tengo q ir al baño! Pensé mientras hacia lo imposible por aguantarme.
Tenia esa sensación de que si pasa un segundo mas, vas a explotar. Insoportable.
Encima me había dicho un amigo que si te lo aguantas te puede hacer mal a la próstata, y yo no quiero ser como esos viejos que tienen que rezar para poder mear sin que les duela.
En fin, este era el momento de dejar todos los objetivos de mi vida a un lado y concentrarme en el más importante, ir al baño. Ya no me preocupaba por como iba a volver a casa habiendo paro de subtes, no me importaba tener que hacer la presentación de los nuevos collares para perros antiestrés mañana a primera hora y no tener nada listo, no me importaba nada mas que lograr vaciar mi cuerpo de orina.
Decidido me levante de mi escritorio. Afrontaba uno de los retos mas complicados de la vida de oficina: ese saludo que estás obligado a dar a cada uno que te pasa por delante; por mas que ya lo hayas saludado apenas llegaste, cuando te lo cruzaste yendo a buscar el café, y cuando le vino a pedir algo a Maria que trabaja al lado tuyo. Encima después de 3 años de ver las mismas caras todos los días, ya no sabes que inventar. Con los hombres es mas fácil, con las palmadas solucionas todo, o con solo nombrar el partido de la noche anterior del deporte que este de moda alcanza (véase básquet, hockey sobre patines o tejo, todo es valido para un argentino). En cambio con las mujeres no tenés muchos recursos, solo podes explotar todos los gestos que puedas hacer con tu cara y tal vez agregar un movimiento de manos.
Bueno, estoy divagando…vamos a concentrarnos en lo importante.
Me levanto y paso por al lado de Maria, y le sonrío falsa pero creíblemente. ¡Bien, ya pasé el primero, es un bueno comienzo! Pienso, y continúo mi camino. Me acerco al final del pasillo que conduce al baño y diviso a lo lejos una figura conocida, pero que no deja de asustarme cada vez que la veo; era mi jefe. Es lo peor que te puede pasar en un momento como estos, y justo me viene a pasar a mi. Cada vez mas cerca veo que me mira, y yo hago lo que puedo para no cruzar miradas hasta que sea absolutamente necesario. ¿Cómo lo saludo a este ahora? ¿Quien jugo anoche? No hay tiempo, me dije a mi mismo, y sin pensarlo hice una de las maniobras más arriesgadas de la vida de oficina: sin amainar mi paso ejecute la clásica bajadita de cabeza (como cuando estas asintiendo). Por suerte el saludo fue devuelto con un calido: “Martínez”, de esos que te hacen sentir menos persona que el que te lo dice. Superados los obstáculos, proseguí mí marcha.
Con un alivio superador me encontré con la puerta del baño frente a mis narices. Pero también me encontré con un cartel que decía: “el baño esta siendo limpiado, por favor aguardar unos instantes”. Ingenuo yo, me quede en la puerta del toilette esperando, como decía el cartel.
Luego de 10 interminables minutos decidí violar el sagrado cartel y me encaminé a cruzar la puerta del baño. Una vez adentro me sentí realizado…y un sentimiento de alivio recorrió mi cuerpo, especialmente mis piernas. Miré para abajo, y si…me había meado encima. Al principio no reaccioné, pero luego de unos segundos me di cuenta que estaba metido en un gran problema: ¿Cómo iba a hacer para secarme los pantalones y salir del baño sin que nadie se diera cuenta de que se me había escapado un poco de pis? Mientras yo continuaba pensando que iba a hacer con mis pantalones, de uno de los cubículos sale el encargado de limpieza (lo reconocí porque tenía puesto uno de esos overoles marrones que son inconfundibles con una etiqueta que decía Raúl a la altura del pecho) y sin mirarme me dice: “no viste el letrero que puse en la puerta”. Yo, sin palabras, me quede con la boca abierta, y como no le contestaba, Raúl me miro con intenciones de preguntarme otra vez, pero sin tanta buena onda, y apenas comenzó a levantar la vista notó mis mojados pantalones y comenzó a destornillarse de la risa. Sin siquiera hacer otro ruido se incorporó y se fue… no me dijo nada, simplemente se fue riéndose a más no poder.
Me dirigí hacia los espejos. Me pare en frente, y recién ahí tuve las verdaderas dimensiones de mi accidente. Toda la parte de adelante del pantalón estaban mojada. No había forma de disimularlo. Entonces me decidí…agarre una de las toallas de papel, escribí “clausurado” y la enganche en el cartelito de la puerta, del lado de afuera. Entonces me saque el pantalón y me puse a secarlo con las maquinitas. Después de 10 minutos la cosa iba progresando; ya no era tanta la diferencia de color entre la parte de adelante y la de atrás. Luego de otros 10 minutos se encontraba completamente seco. Me los puse y noté que tenían un olor a meo impresionante. Así que agarre el desodorante de ambiente que habíamos comprado entre todos los hombres de la oficina para ser solidarios unos con otros y lo vacié. Oliendo a “caricias de bebé” (que en realidad es el olor de un tipo de flor que no existe y que no tiene buen olor) y con cara de nada salí del baño al mismo tiempo que agarraba el “cartel” que decía “clausurado” y me lo guardaba disimuladamente en el bolsillo. Caminé todo el trayecto hasta mi escritorio, me senté y seguí trabajando. El resto del día me mantuve atento a que nadie hiciera ningún comentario sobre el olor a “caricias de bebé”.
Luego de las 3 peores horas de mi vida había llegado el momento de irme a casa, pero no quería irme primero para evitar que alguien que hubiera olido algo hiciera algún tipo de comentario acerca de mis pantalones. Entonces me quedé horas extra.
Pasó la primera y ya no quedaba casi nadie, pero no era el momento indicado para irme.
Pasó la segunda y tuve la suerte de que los únicos que quedaron en la oficina eran Germán y Bruno, dos personas que por alguna razón se odian, y nadie sabe porque (pensándolo bien, creo que ni ellos saben porque se odian). Sabiendo que los dos integrantes que estaban trabajando no iban a intercambiar ni una sola palabra me levanté y me fui tranquilo.

Llegue a mi casa y lo primero que hice fue darme una ducha.

Ven porque mi amigo me decía que aguantarte las ganas no trae buenas consecuencias.

jueves, abril 17, 2008

Copyleft no se murió copyleft no se murió que se muera la cicciolina la puta madre que la parió

- ¿Es la primera ves que lo detienen?
- No, ya he estado detenido alguna vez…
- ¿Por qué causa?
- Por una boludez, nos cagamos a trompadas con los del otro pueblo y nos hicieron pasar la noche en la comisaría
- ¿También estuvo involucrado su amigo que ahora esta demorado junto a usted?
- No no, esa noche él se fue corriendo y no lo agarraron. Igual quiero aclarar que Marcos no es mi amigo
- ¿La tarde que los detuvieron no estaban los 2 juntos?
- Sí, antes era mi amigo pero ahora ya no. Por la boludez que hizo ahora estoy acá encerrado, tiene que empezar a darse cuenta de lo que hace. Es un tipo grande ya…
- ¿Estás diciendo que no tenés responsabilidad alguna con el hecho del incendio?
- Yo no tengo nada que ver, Marcos prendió el fuego…
- Contanos bien como fue esa noche…
- Bueno Marcos me pasó a buscar a la salida del laburo, a eso de las 6 de la tarde. Bueno el me pasa a buscar y me dice que anda con algunos problemas en la casa, que si no lo acompañaba a tomar unos vinitos… a charlar un rato me dice él. El tema es que compramos varios cartones y ahí es que me dice que vayamos a un lugar que conoce que ahí no nos va a joder nadie. El hijo de su madre me hace caminar como una hora y llegamos al lugar este… ese campo. Cuando llegamos ya como que empieza a anochecer y yo le digo a marquitos que me tengo que ir, que me esperaba mi mujer con la cena, pero ahí empezó dele que dele que me quede que lo acompañe, que estaba muy endeprimido, que se había peleado con la Tere. La Tere es su novia, hace ya como 2 años que andan juntos marcos y tere. Bueno la cosa es que me terminó convenciendo y me quedé con él tomandome los vinos. Cuando nos dimos cuenta ya eran como las 2 de la noche y nos estabamos cagando de frío. Ahí fue que Marcos me dice que si prendemos un fueguito, yo no quería le digo que con los vinos encima que teniamos nos ibamos a quedar dormidos y ibamos a incendiar todo el campo. Él me dice que no, que se iba a quedar despierto que no tenía ganas de dormir, que se yo que más y se arma un fogatita. Yo que me había despertado muy temprano y que con los vinos que nos habiamos tomado no daba más y me dormí ahí como pude…
- ¿Eso es lo último que se acuerda?
- Si más o menos, me acuerdo que estaba soñando que estaba cenando en la casa de tito el almacenero, estaban todos vestidos de rojo menos yo cuando alguien empezó a gritar. Me despertó el Marcos que se estaba prendiendo fuego todo que rajemos…
- ¿Se despertó y se encontró con ese gran incendio?
- Asi es señora, cuando me levantó Marcos vi como se estaba prendiendo fuego todo el campo y empezamos a correr, se ve que alguien habrá avisado a los bomberos a la policía que no habíamos caminado más de medía hora que nos detuvieron…
- ¿Los trataron bien acá en la comisaría?
- Sí, de diez, me pidieron que les cuente todo lo que había pasado y me dejaron acá en la celda hasta que llegó usted a entrevistarme ¿de que diario es usted señorita?
- Soy de un diario de la capital, no es muy grande…
- ¿Desde la capital se viene a entrevistarme a mi?
- Señor el fuego que empezó usted y su amigo Marcos se disperso por tremendamente, y el humo llega desde la capital hasta mar del plata
- ¿En serio? Si era un campito de mierda…
- Bueno el incendio llegó a una zona de pastizales y todavía no lo pudieron apagar, no se cuantos cientos de bomberos hay ahora…
- Yo sabía que el irresponsable este de Marcos me iba a meter en algunas de las de siempre… le hago una pregunta señora no sé si soy yo o que, pero siento un olor raro, deben haber algún problema con el baño supongo, se habrá roto una tubería…
- No señor, ese olor es el humo de los pastizales quemandose, es culpa suya y de su amigo ese olor que siente ahora
- ah la mierda…

miércoles, diciembre 05, 2007

La triste historia de un hippie bastante feo

Esta es la historia de un hippie, es una historia que tiene como protagonista a uno de los tantos hippies que habitaron el mundo allá por el ’60. Pero el relato no esta centrado en uno de esos hippies comunes y corrientes, esta historia es acerca de un hippie feo, un hippie bastante feo.
Este hippie al que vamos a llamar Ernesto, que no es su nombre pero me parece mucho más simpático que llamarlo John o Mark.
Bueno, Ernesto era muy feo, era desagradable verlo. Pero su fealdad no era una fealdad identificable, uno no podría decir que hoy en día con una cirugía se podría solucionar su problema; la de Ernesto era una fealdad generalizada, uno lo hallaba feo en la redondez de su cara, la asimetría de su pelo, la desproporción de su torso y otros muchos defectos que uno podía encontrar a segunda vista, no a primera porque uno quedaba medio shockeado al verlo por primera vez.
Este sujeto Ernesto sufrió toda la vida esa mala suerte genética. Pero cuando llegó a una edad suficiente como para asumir que era antiestético, decidió hacer algo para intentar esconder su deformidad. Ernesto se hizo hippie, pero no se hizo hippie porque creía en que era mejor vivir en un mundo de paz y de libre albedrío.
Ernesto se hizo hippie porque creía que al adoptar ese nuevo look podría esconder algunos aspectos de su desagradable persona. Ernesto creía que con la barba, el pelo largo, las vinchas, los grandes anteojos y principalmente estar en contanto con personas completamente drogadas, podría de alguna manera esconder su fealdad. Pero Ernesto no se hizo tan solo hippie por lo anterior, creía que con el libre amor, con la liberación sexual, él podría finalmente ponerla.
Nuestro frustrado Ernesto pensaba que al hacerse hippie podría finalmente perder la virginidad, pagarle a alguien para hacer el amor no era digno, pero rodearse de gente constantemente drogada era la manera ideal de consumir su primer acto sexual.
En un principio no tuvo suerte, si bien había adoptado una forma de vestimenta y de comportamiento que podía camuflar un poco su desproporción, a la hora de quedar desnudos, las mujeres huían desesperadas, aterradas con la idea de llegar a tener un hijo que pudiera heredar la deformidad de el pobre Ernesto.
Ernesto pasó varios años sin conseguir lo que tanto ansiaba, hasta estaba considerando enlistarse en el ejercito. Él pensaba tal vez en la batalla sufriría una heroica mutilación que lo convirtiera un prócer nacional y ocultase un poco su fealdad bajo algunas épicas quemaduras y de esta manera conseguirse una linda enfermera para formar una familia. Ernesto estaba a punto de anotarse en el ejército para ir en busca de la gloria y de un afortunado accidente. Pero justo antes de poner su firma, nuestro protagonista se enteró de un suceso científico que podría finalmente cambiarle la suerte: el invento de la pastilla anticonceptiva. El milagroso invento que permitiría a las mujeres despreocuparse por tener un hijo que pudiera llegar a ser tan feo como su desafortunado padre.

viernes, noviembre 02, 2007

Familia.

Me recuerdo conversando con mis compañeros de primaria, se me viene a la cabeza la voz de Martín quejándose: “estoy podrido de comer polenta con queso crema, mamá me dice que la tome como remedio”; en casa no pasaba eso, aunque la escena era bastante similar, el encargado de darme de comer era mi abuelo, pero no le interesaba mucho que coma la polenta ni tome la sopa, mucho menos buscaba estímulos ridículos poniéndole letras a una sopa, creo que para un chico de esa edad, es más estimulante que los fideos de municiones tengan forma de tetas y cosas así. Pero en cambio sí tenía otras obligaciones, a la hora del almuerzo a pesar de que ya estaba en primaria, todavía me hacía el avioncito, pero no era un avioncito cualquiera, era un avioncito ruso, mi abuelo llenaba la cuchara con Vodka y me la llevaba a la boca, al principio no me gustaba y siempre me insistían con la misma muletilla: “tomalo como remedio”, en un par de meses el vodka pasaba como agua. Miraba bastante televisión y me preocupaba con los paros que había en aerolíneas argentinas, ingenuamente creía que podía afectar mi dosis de vodka diaria. Ante tanta insistencia los conceptos de vodka y de remedio se me habían confundido; tenía entendido que cuando la gente se enfermaba le daban remedios, un día mi hermanito que por aquél entonces acababa de cumplir los cuatro años se empezó a sentir mal, la gente cuando se empieza a sentir mal necesita remedios, la gente cuando se empieza a sentir mal necesita vodka, mi hermano siempre fue un gran simulador de enfermedades.
Los días de la madre, con mis hermanos, solíamos preparar el desayuno para que mamá lo tomara ahí tranquila en su habitación, generalmente al lado de la tetera poníamos una carta bastante cursi, mamá sonreía, nos daba un beso en la mejilla a cada uno y agradecía. Durante tres años fue así, pero un día cuando nos fuimos de su habitación espiamos por la mirilla, y vimos que estaba tirando todo el desayuno en una bolsita, como si le estuviéramos dando de comer mondongo. En ese momento la increpamos y mamá se sincero con nosotros, con la resaca que tenía no estaba como para comer medialunas de grasa; de ahí en más en los años siguientes llevábamos la bandeja, pero en lugar del desayuno poníamos algunos antiácidos, ahora la sonrisa de mamá era más genuina.
Me remito ahora a los primeros años de secundario, época de los primeros cigarrillos, y otra vez la voz de Martín (me es imposible no recordar esa voz desafinada): “Mi viejo me pescó con el atado de diez y me hizo soplarle el ojo, se dio cuenta que fumaba”, yo me acuerdo que no fumaba, pero en la ropa se me impregnaba el olor por todo lo que fumaban los demás, un día se me pusieron a dar sermones también a mí, justo a mí que nunca le había dado ni una pitada, mi abuelo me reprendió con dureza: “nene dejá de fumar porquerías”, y de un momento a otro se puso a armar un cigarrillo artesanal, sacaba la parte de adentro de una planta y la envolvía en un papel, enseguida me da de probar, y no se porque me empecé a cagar de la risa, me parecía ver que mi abuelo tenía rastas, al otro día llevé cigarrillos artesanales a mis compañeros que quedaron encantados.
Noté que los cigarrillos artesanales disminuían mi rendimiento escolar, encima me había llevado historia, dejé de fumar, y le pedí a mi abuelo que me de una mano con historia, necesitaba saber sobre el crack del 29: “Nooo. No me hagas acordar, en esa época pegaba mucho más que ahora el crack, ahora no se que carajo hacen en los laboratorios…”.
La profesora me desaprobó y me internó en una granja.

jueves, octubre 25, 2007

Adherezos

La comida es una parte importantísima en mi vida, yo creo que en mi lista de placeres esta por debajo de meter un gol con Maxi Lopez en el Wining Eleven y por encima de ver todos los domingos El Ultimo Pasajero.
Si nos ponemos a hablar de comida no hay limites, creo que todos conocemos la trilladísima frase: “sobre gustos no hay nada escrito dijo Marta Minujín haciendo fondo blanco de un frasco de salsa criolla”. Y como no hay nada escrito voy a tratar de ser un pionero en el asunto y escribir sobre un fundamental aspecto de nuestra alimentación: los condimentos.
Los condimentos ocupan un rol clave a la hora de comer y han sido muy importantes a lo largo de mi vida, especialmente los que yo denomino “condimentos sólidos”: mayonesa, mostaza, ketchup y la lista sigue.
La mayonesa, el ketchup y la mostaza son los condimentos primarios, son la base, de su mezcla derivaran los secundarios como la salsa golf, la mostanesa o la salsa parrilla.
Ya de chico tenia esa fascinación por los aderezos y como cualquier pibe normal que miraba a Morgado en el agujerito sin fin y jugaba a la mancha traba en el colegio, mis comidas favoritas eran las hamburguesas, los panchos y los chikenitos (patitas de pollo) y estas eran mis preferidas no porque era lo único que me sabia cocinar mi hermano que me alimentaba todos los mediodías, estas comidas eran mis predilectas porque el simple hecho de consumirlas era algo que me daba libertad, me daban una sensación de poder y no debido a sus transgénicos ingredientes sino porque les podía poner condimentos… que sensación la de con solo apretar un pomo se podía modificar el plato que tenia adelante, tal vez cambiarle completamente el gusto, tan fácilmente.
Cuando los Caballeros del zodiaco ya eran noticia vieja y pokemón era la nueva sensación, descubrí una nueva comida a la que se le podía agregar condimentos: la pizza. Pero la pizza era un caso especial, admitía un solo condimento: la salsa golf y solo si esta se encontraba acompañada por muzarella, jamón, huevo, morrón y palmitos. Esta era una pizza especial, una de las màs caras en donde solíamos pedir, obviamente después de la pizza de Ferrero Rocher. Que desgracia fue para mi descubrir que la pizza se podía agregar a la lista de mis comidas favoritas pero sabiendo que para lograr eso, por mi garganta tenia que pasar esos viscosos morrones y esos tan desagradables palmitos. Porque al ser de las pizzas mas costosas, mi viejo no me dejaba descartar los otros ingredientes. Si le sacas el palmito y el morrón es como una pizza de jamón y muzarella y de esas tenés una montón acá, me reiteraba mi viejo todas las noches que me arriesgaba a pedir una de la de salsa golf, siempre terminaba sin poder probar esa tan anhelada porción.
Así fue durante mucho tiempo hasta que un día me encontré nuevamente en frente de una pizza con muzarella, jamón, huevo, morrón, palmitos y ¡salsa golf! Y vaya a saber uno porque, ese día me anime a comerla con todos los ingredientes y que rica que estaba. Probablemente no era la mezcla todos los componentes de la pizza lo que la hacia tan rica, era el saber que había crecido, era el saber que había madurado, era el saber que era uno más de los grandes que comen palmitos y morrones que hacia que esa porción fuese tan extraordinariamente sabrosa.

martes, octubre 02, 2007

Diario de un mundial de ta te ti

Día 1

Llegue a Vietnam a cubrir el Mundial de ta te ti, tuve un largo viaje con escalas en San Pablo, Bogotá, Rio de Janeiro, Madrid, San Peterburgo, Washington, Santiago y Beijing. Fue un viajecito largo, pero finalmente llegue.

Día 2

Estoy emocionadísimo, quiero que empiece el mundial ya. Estuve averiguando y el torneo se divide en 2 partes: en la primera va a haber un todos contra todos, de esa instancia van a salir 4 jugadores para dar paso a la segunda parte. En la seguna parte, el primero y el segundo jugaran por el primer puesto y el tercero y el cuarto jugaran para ver quien se sube al podio. El primer partido va a ser entre la promesa Argentina, Jorge Lauriolde, que además de ser tricampeón panamericano, es el ultimo ganador del mundial de ta te ti y el costarricense Carlos Jartellez.

Día 4

Hoy empieza el torneo y además debuta Urriolde, cuantos nervios…

Día 6

Todavía no terminó el partido de Lauriolde, estoy comenzando a sospechar que el ta te ti es un juego bastante tedioso.

Día 7

Victoria argentina señores y señoras, Laurriolde pudo finalmente despachar al Costarricense Carlos Jartellez. Tras 3 días de puros empates, hoy el argentino logró el triunfo con un audaz movimiento.

Día 10

El ta te ti es una cagada, es un juego ilógico, no entiendo por que hice 36 horas de vuelo para venir a cubrir el mundial del juego más absurdo en la tierra… no entiendo que viene a hacer esta gente acá… nadie gana, son puros empates. Partidos que duran 6 días, jugadores que se demoran horas en hacer una simple cruz.

Día 14

Hoy comienza la segunda fecha del mundial, todavía no comprendo como en 13 días solo se jugaron 4 partidos…

Día 15

¿Puede ser tan difícil hacer un círculo? Estoy al borde del suicidio…

Día 18

Ahora me doy cuenta, fui un tarado. No entiendo porque tuvo que pasar tanto tiempo para que finalmente lo haya comprendido: el ta te ti es una mierda…

El ta te ti es una mierda, una mentira, un juego ilógico. Cuando me mandaron a cubrir el Mundial de ta te ti, yo pensé, un mundial de ta te ti, debe tener su carisma, además voy a tener la oportunidad de viajar en avión por primera vez.

Hoy en el decimoctavo día de cobertura, donde se jugaron solo 8 partidos, llegue a la conclusión de que la única manera de ganar es que el otro se equivoque, uno con su juego no puede derrotar al que tiene en frente, dependemos del error del otro. Y es más que obvio que si son profesionales en el ta te ti, que sería ser profesional en no equivocarse, es muy poco probable que lleguen a hacer una mala jugada, meditan sus movimientos por horas, hacen miles de bocetos intuyendo cómo va a jugar su rival si ocupan tal lugar, es realmente una mierda, no puedo más… veo círculos y cruces en todos lados.

Día 22

Ayer me cruce con el que relata las partidas por radio. Yo que pensaba que no había pero trabajo al mio.

Día 24

Mi tío me había enseñado que siempre que te tocaba empezar, había que empezar de la casilla del medio. Pero me ha tocado ver las jugadas más audaces, este es una apertura del Lituano Sergei Kampkurcheizek, el actual líder del torneo:

Día 30

Un especialista me dijo que si tenemos suerte, el Mundial termina en 26 días… crucemos los dedos

Día 43

Ya tenemos finalistas… después del “todos contra todos”, quedaron como líderes el lituano Sergei Kampkurcheizek y el español Fernando Vallesteres. El orgullo nacional, Jorge Urriolde, quedó en tercer lugar y competira por la medalla de bronce contra el brasilero Marquinhos.

Día 59

Tras un duelo cerradísimo, Urriolde derrotó a Marquinhos. ¡¡Bronce para Argentina!!

Día 60

Hoy es un día histórico, Vallesteres venció a Kampkurcheizek en la primera partida. El lituano venía como favorito, pero se encontro con un inspiradísimo Vallesteres que en 6 jugadas supo ganar la final y se adueño de la prestigiosa cruz de oro


Día 61

Vuelo a casa, vuelvo con fobia al ta te ti, pero vuelvo al fin.

Fue una larga y más que aburrida travesia por Vietnam. Espero no volver a ver en mi vida un juego de ta te ti.