miércoles, enero 24, 2007

Duelo entre hermanos.


Todo comenzó en el cyber…no había nadie al quien mandarle zumbidos en el MSN y decidimos jugar a algún juego para combatir el aburrimiento, esa era la excusa….
1 de Enero
El juego elegido fue el age of mitolgy (el tradicional no estaba en “El cyber pulenta”). El resultado fue una aplastante victoria para mi hermano, pero debo decir que mis gigantes de montaña fueron muy pecho fríos, le ganaban en cantidad a los dragones de mi hermano y fueron humillantemente derrotados.
Había perdido, pero lo que acababa de suceder no era el resultado de el simple aburrimiento, el duelo entre hermanos seguiría hasta las ultimas consecuencias (véase la retirada de mi hermano hacía San Bernardo).
El próximo duelo fue a los minutos del anterior, esta vez competiríamos en tenis virtual… resultado obvio, victoria mía por afano.
La competencia ya estaba en nuestras venas y cualquier suceso era excusa para un punto más, el punto más insólito que se disputo fue el de quien tenía mejor saludo de despedida. Mi hermano se jugó por el clásico “chau, hasta luego”, mientras yo aposte por el osado “chau, suerte”. Ante un jurado imparcial salí derrotado: “la suerte es para mediocres” supo decir mi padre justificando su voto en contra de mi audaz saludo.
Matías 2 - yo 1
3 de Enero
El siguiente punto fue uno más clásico, disputaríamos una competencia de penales, el que metiera más ganaría. Ganó mi hermano, el espíritu del mono Burgos no estaba presente en mi cuerpo ese día.
Matías 3 - yo 1
4 de Enero
Fuimos al cyber con el único objetivo de jugar al age of empires tradicional, donde se dio un suceso poco raro: gane yo. Luego de una humillante derrota mi hermano se desesperaba por ganarme en algo, me propuso jugar al fulbo cybernético pensando que iba a tener la misma suerte que en los penales, pero gane yo nuevamente.
Matías 3 - yo 3
5 de Enero
Mi hermano había quedado resentido con el fulbo cybernético, no podía asimilar haber perdido contra mi persona, por eso me propuso jugar de nuevo, pero esta vez en la Playstation. El primer partido lo gane yo, 5 a 3 (mi ultimo gol lo metió un coreano así que imagínense que baile le pegue), el segundo me ganó, no voy a aclarar por cuanto porque fue un resultado con muchos números de un lado y con ninguno del otro y el partido definitivo fue 1 a 0 para mi Némesis.
Matías 4 - yo 3
6 de Enero
Ante una tarde lluviosa la familia se mudó al bowling. Competiríamos todos para ver quien tiraba más palos de madera con una bocha, pero a la vez había otra competencia con mi hermano: quien tiraba más palos de madera con una bocha. Estaba inspirado y le gané con una buena diferencia.
Amenazaba con ser una noche aburrida y decidimos continuar nuestra contienda, pero no había nada con que competir así que usamos la creatividad… las competencias fueron las siguientes: quien decía más nombres que empezaran con j, quien decía más nombres que empezaran con c, quien decía más películas en las que halla actuado Tom Cruise y quien decía más personajes del señor del los anillos. Yo gané en nombres con j y en películas del querido Tom, mientras que mi hermanito ganó en las restantes obviamente.
Matías 6 - yo 6
7 de Enero
Las competencias estaban empezando a escasear, más si no aceptaba mis propuestas (véase quien construía el mejor castillo de arena, etc.). Ante esta situación tuvimos que acudir al ya utilizado “quien dice más”; esta vez ganaría el que diría más presidentes argentinos. Perdí yo, no se me ocurría ninguno y me jugué por Nito Artaza, lamentablemente Nito todavía no fue presidente.
Estábamos haciendo la previa en casa tomando bermú y comiendo pasas de uva, cuando vi un mazo de cartas: ¿par o impar? Pregunte yo, a lo que mi hermano respondió par, salió par, pero yo no me iba a quedar ahí; siempre me fascino cuando en las películas los actores dicen doble o nada y esta era mi oportunidad para decirlo, Matías acepto el desafió y se jugo esta vez por impar, de nuevo saldría victorioso.
Perdía por 4 y tenía que aprovechar cualquier chance para sacar algún punto. Estábamos tomando una birra cuando mi hermano osó a tirarme un papelito dentro de mi vaso, yo estaba desesperado y él confiadísimo por su ventaja, por lo que logré sacarle un punto a cambio del improperio que acababa de cometer. Tenía que proponer desafíos rápidamente porque no le quedaban muchos días al duelo. Logré rasguñar otro punto al nombrar más marcas de cerveza.
Matías 10 - yo 8
9 de Enero
Era el ultimo día del duelo, perdía por 2 y debía actuar rápido si quería lograr el triunfo (por si no saben sumar, necesitaba 3 puntos para ganar). Estábamos metidos en el mar y cuando vimos que una ola de 24 metros y medio (aprox.) se acercaba hacía nosotros le propuse barrenarla, el que llegara más lejos sería merecedor de un punto… afortunadamente logre barrenar unos metros más que mi contrincante.
Podía oler el triunfo y no me iba a quedar atrás, la próxima competencia sería en el azar, jugaríamos al ludomatic. Además de darle una lección de cómo tirar los dados, lo aplaste.
Estábamos empatados y como habíamos pactado anteriormente, de estar empatando el último día, el duelo se definiría por el clásico piedra, papel o tijera. Pero tengo que confesar que mi hermano se acobardo, no quiso jugar, demostró que era un cagón.
Cagón, miedoso, puto 10 - yo 10

El duelo de hermanos había finalizado en empate, cosa que me dejó un gustito amargo, pero a la vez estaba orgulloso de haber remontado tal desventaja. Para cerrar el diario de este apasionado duelo encontré una frase de Carlos Reuteman que me pareció más que acertada:
“Empatar es de mediocres”
Carlitos “siempre segundo” Reuteman

Tobi one

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