Los cuentitos infantiles del Dandy Brieva.

Érase un día de primavera, como cualquier día de esos de primaveras caretas, en los que vuelve Soda Stereo por cualquier cantidad de guita.
Estaba Muzzolini, mejor conocido como Pelleto, en su taller de carpintero arreglando una mesa ratona, era la mesa donde apoyaba los pies para ver el clásico del domingo, y Pelleto la quería mucho a la silla.
Un día caminando por las calles de su barrio, Pelleto se encontró con un cajón de verduras, y dijo: ¡Eureka, eureka, puedo hacer un muñeco de madera!
Y Pelleto trabajo… día y noche…. Noche y día, hasta que por fin construyó el muñeco que tanto quería, un muñeco de mierda… al que le puso de nombre… Pinochet.
Pelleto cansado de tanto trabajar, decidió irse a dormir, y se levantó muy muy tarde al día siguiente.
Cuando Pelleto se fue echar un cloro al baño, olvido tirar la cadena, el muñeco de madera, ante tanto olor a meo, tomó vida….
Y le dijo al carpintero: ¡Pelleto, Pelleto, soy yo Pinochet, el olor a meo me ha dado vida!
Y a Pelleto le dio un paro cardiaco. Pinochet, ni lerdo, ni perezoso, lo llevo al médico de guardia, el médico pronunció las palabras mágicas: “sana, sana viejo pelotudo, sino sanas hoy, jugarás al ludo”….y Pelleto curo.
Pelleto volvió a vida normal, en el barrio le decían que nunca le habían visto una novia. Hasta que un día el viejo Pelleto lo travistió a Pinochet, y lo llevó a una salida amorosa de a cuatro, con Batman y Robin.
Pinochet, paso a ser muy querido en el barrio, aunque cada vez que mentía le crecía un poquitito la poronga.
Así se la pasaba mintiendo y su reputación crecía, hasta que un día de tanto mentir se le cayó la poronga.
Pinochet conoce a pepe Mac grillo, un viejo grillo escocés hincha del Celtic, que le propone toda una epopeya: “vamos Pino, vamos a hacerles una joda a los del Rangers, y les decimos que era para Tinelli”.
Y así fue que partieron desde el partido de la Matanza hasta Glasgow, Mac grillo, Pinochet y Lito Nebbia, todos en un gomón.
Pinochet sorprendido por el gomón de Litto Nebbia, le dice: “vos te vendiste, no andas más en balsa, partís a la locura con un gomón, cerdo capitalista”, a lo que Litto responde: “Nada que ver, el gomón es de Charly Alberti”.
Al cabo de dos horas, desembocaron del río de la plata al mediterráneo, y ahí se cruzaron con la ballena Willy Quiroga, que una vez liberado estaba hecho un loco bárbaro y se clava el gomón.
A todo esto Pelleto estaba re preocupado. Por eso llamo por teléfono a remises “Mabel”, (remises Mabel, cumpleaños de 15?, casamiento?, queres ir a bailar y no tenes tu autito?, remises Mabel, los mejores remises de quilmes), y se pide un auto.
Pelleto le pregunta al remisero, ¿Hasta Glasgow da viaje mínimo?, a lo que el remisero responde: “Obvio papá con Gnc, todos los viajes son mínimos”, andando amigazo, tenemos que estar en Escocia lo antes posible”, el remisero acató la indicación y no se detuvo.
Llegando al mar, Pelleto ve a la Ballena Willy Quiroga, y se da cuenta que Pinochet está ahí dentro, porque de la ballena sale una canción que solo Pinochet conoce: “Ohh, no hay que llorar, que la vida es un carnaval, y las penas se van jugando al fútbol-tenis”.
Pelleto se mete adentro de la ballena con la ayuda del remisero y salen todos sanos y salvos.
Vuelven a la Matanza.
Y cuando Pinochet estaba en su cuarto llama al hada madrina, para pedirle dos deseos.
-Hola Pinochet.
-Hola Hada madrina.
-Dime.
-Mi primer deseo es saber si el peor resultado en el fútbol es ir ganando 2-0 como dicen muchos directores técnicos
-No, Pinochet, perder 12 a 1 es mucho peor.
-Y el segundo Hada, no te jodo más, te pido ser dos centímetros más bajo para entrar al pelotero de Mac donallds.
Y Pinochet se achicó, y el Hada madrina volvió a su casa con remises Mabel (remises Mabel, cumpleaños de 15?, casamiento?, queres ir a bailar y no tenes tu autito?, remises Mabel, los mejores remises de quilmes), y vivieron todos en un country en Pilar y jugaron felices al golf.