No puede ser, así no se puede más… están todos enviciados con esa mierda, tan metidos, enterrados en esa porquería.
Así no va más, ya perdí a toda mi familia por culpa de esa droga maldita, ni un amigo me queda, ni un tío abuelo, ni un solo sobrino nieto que no este todo el tiempo atrás de esa cosa abominable… ni mencionarla puedo.
Esta vida de mierda, me contó un día mi abuelo agonizando después de una sobredosis de esa cosa, empezó hace largo rato; cuando un yanqui la inventó… eso que ni siquiera puedo nombrarlo, para ellos era un bendición, pero para nosotros fue la perdición. Nosotros que antes vivíamos tan sanamente, tan libremente, sin ataduras a nada, sin depender de nada ni de nadie.
Vivíamos en una anarquía, diría alguno de esos locos filósofos que andan volados por ahí, vivíamos en armonía con la naturaleza
Pero con el invento del yanqui ese, ese Tomas Alva Edison o Edmilson, no se bien como se dice en su idioma, nosotros lo llamamos ts-pst-tse (demonio maldito); con el invento de ese Edison, con su puta lamparita nos cagó la vida para siempre.
Ahora todos los putos bichos cada vez que ven una maldita lamparita prendida se mandan ahí de una, como si en esa cosa estuviera su vida, como si no se pudiera sobrevivir sin watts pegándole a uno en la cara. Están todos con esa bosta, yo ya no, por suerte, yo me di cuenta que no sirve para nada. Tal vez te pueda dar un lindo bronceado, pero para que mierda queres estar bronceado si al final de cuentas ese bronceado por tener ese bronceado te mata… estas un rato ahí pegado a la luz, y después cuando ya no das más y te tiras por algún lado para intentar descansar viene algún hijo de puta que se aprovecha de tu condición y te hace mierda. Yo te digo eso, porque lo viví, a mi me tocó ver como mataban a mi amigo el corcho en frente mio, pero yo no podía hacer nada, porque estaba tan dado vuelta por la luz que no me podía ni mover. Ahí fue cuando me pegó de lleno, fue como si de repente me hubiera estrellado con el vidrio de un bondi, así no se podía vivir más, eso no era vida.
Fui a Iluminados Anónimos (IA me gusta decirle como decía el Brus Li cuando pegaba alguna patada) para tratar de recomponer mi vida y te aseguro que me ayudó muchísimo. En IA me enseñaron que se puede vivir sin luz, que de día hay que aprovechar la luz que nos da el ps-ste y a la noche se duerme, a la noche hay que dormir… cuando empezas a trasnochar es cuando te perdes: un ratito más de luz, un toque nomás que no me hace nada y cuando te diste cuenta estas tirado en el piso completamente saciado de luz hasta el exoesqueleto.
El problema es que nos creemos grosos, nos creemos mejores que los demás insectos. “Por lo menos no somos como las moscas asquerosas que andan dependiendo de lo deshechos, carroñeras de mierda, tampoco somos como los mosquitos viciosos, tan dependientes de la sangre esa fea” dicen los que tratan de buscarle una excusa a la enfermedad de nuestra sociedad. Pero no hay excusas, tenemos que dejar de depender de la luz, de esa droga maldita; tenemos que recuperarnos y dejar el vicio, si yo pude hacerlo ¿Por qué no lo puede hacer el resto?
2 comentarios:
una de las mejores cosas q pusiste en esta porqueria.
porque sos un puto mulo dependiente, por eso
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