sábado, marzo 24, 2007

Fútbol episcopal.



La idea que la gente tiene de los curas, es de personas muy puras, las cuales no podrían ser hinchas de ningún equipo de fútbol, porque de esta manera estarían deseando que su equipo gane, por ende que el equipo rival pierda, por ende el mal al prójimo.
Lo cierto es que los curas, tienen que profesar su devoción por el fútbol casi a las espaldas de la sociedad, porque de otra manera sería un escándalo mediático impresionante, imagínense a un Santo Tomás del chino Aquino cantándole a los tucumanos se San Martín de Tucumán: “Ya se acerca noche buena, ya se acerca navidad, los santos están llorando los volvimos a garchar”, olvidándose de la santidad y emparentando el nacimiento de Jesús con la actividad del coito.
Así es como los curas fundan su propia liga de fútbol, la A.F.A.A.A, la asociación de fútbol anti-abortista Argentina.
A pesar que a los partidos de liga asistían mujeres, y les gritaban a los curas cosas como: “Deja la sotana, ven al sótano”, los curas no podían chamuyarselas, por el conocido celibato, y por eso el árbitro (siempre de religión musulmana) empomaba mina por doquier, y rompía las marcas que el mismísimo Ignacio Copani se jactaba de tener (cuantas minas que tengo).
Un buen día la violencia en el fútbol entre profetas religiosos se hizo presente, y el Rafa de Neo, junto a Morfeo se pararon en el para-avalanchas para arrojar cañas de pescar mojarreras al campo de juego, y así fue como le quitaron puntos a Defensores de Michael Jackson, y descendió ese mismo año, tras perder la promoción con el 24 de Marzo fútbol club.
El punto orgásmico de la violencia en el fútbol episcopal llegó cuando, los barras de Club atlético control remoto Universal del reino de Cristo, tuvieron un duelo interno (beethoveneanos y los mozartistas), y se empezaron a re-cagar a piedrazos; fue entonces cuando apareció el Pastor Miliki Jiménez y dijo: “El que nunca tuvo una erección en la sala de neonatología de un hospital, que tiré la primera piedra, del caso contrario que me tiren la goma”, entonces reino la paz, no hubo piedras, sino salmos y abrazos de gol.

Barbarroja/Tobi one

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